martes, 14 de octubre de 2008

Max Gómez Canle: visión del arte1.

"Es la respuesta de Max Gomez Canle a la primer pregunta del cuestionario de "Bola de nieve".
Me gusto por que es muy descriptiva, casi reveladora..."

Max Gómez Canle: visión del arte 1.
Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referenciaa su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio,su estilo y su temática; detalle su proceso de producción -

Tomo como representante a una obra-objeto que se encuentra todavía en observación, se podría decir que es aún un prototipo o maqueta para una serie por venir, pero puede resultar que sea esta la única obra el resultado del proceso que paso a intentar describir.
Dar vuelta un cuadro, pero darlo vuelta como una media.
Hará unos 4 o 5 años,buscando en un libro algún cuadro de Malevich para copiar y tener encasa, me llamó la atención uno llamado "Cabeza de un campesino (con barba negra)"; en esta pintura la cara del campesino es clara y notiene rasgos, está enmarcada en una barba negra, y el fondo es azul. Me pareció que la figura central avanzaba tanto y en contrapartida el fondo retrocedía tan exageradamente que la pintura podía llegar aexplotar e implotar al mismo tiempo con sólo darle un empujoncito. Osea darse vuelta como una media (lo de adentro hacia afuera y viceversa), ¡estos son los puntos de partida que más me divierten! Como encontrar otro color, uno nuevo, o estar más allá, en un paisaje siempre más allá. Traté entonces de explicárselo a mi mujer lo más claramente posible y nos pareció divertido dibujar al barbudo de ésta manera y ver entonces cómo cada uno imaginaba que se podía dar vueltaun cuadro como una media. Los resultados fueron completamentedistintos porque en el proceso hay infinidad de decisiones que tomar,y así fue que se abrió algo que me interesó continuar cada tanto para ver adonde llegaba y qué cosas iba encontrando.
Busco ahora ese primer dibujo que conservé y lo encuentro entre una pila de bocetos hechos sobre volantes de fiestas y recitales (de cuando trabajaba en un bar),está hecho a lápiz y es muy esquemático. Se ve un círculo en el que laparte exterior corresponde a la cara, que ocupa los bordes, luego hacia adentro viene la barba y enmarcado en un círculo interior se encuentra el cielo o fondo con un cuadrado en el centro quecorresponde al borde exterior del cuadro de Malevich, que ahora es interior y se encuentra conectado a la cara del campesino (que ahoraesta en los bordes) por un cuello que se conserva similar al original sólo que invertido especularmente o rotado 180 grados. Este bocetito se encuentra junto a otros, que son ejercicios similares en los que seve que ya incorporé al marco de la pintura poniéndolo en el centro(porque si la imagen explota, el objeto implota) e incluso apliqué el mismo método (difuso y ambiguo) a una habitación y a una casa.Continué pensando sobre cómo dar vuelta un cuadro como una media (lo lamento pero no se me ocurre otra manera mejor y sintética de decirlo) esporádicamente, usualmente en vigilias y esperas, hasta el año pasado.
Viendo los cuadros que estaba pintando (paisajes a traves deventanas, micro mundos que perfectamente podían substituir un afuera) decidí tratar de aplicarles el pseudo método y sacar al menos un objeto en limpio, entonces volví a dibujar al respecto para poderpensarlo gráficamente. Así fue que trabajando en mi libreta del momento encontré que podía no sólo incluir el marco en el objeto sinoque también podía incorporar un pedazo de pared en el centro de la obra, en realidad a modo de pequeña muestra del universo externo a lapintura, porque si todo lo de afuera va al centro y viceversa, cabría todo dentro del marco, o sea en el centro del objeto (claro que habríaque miniaturizar el mundo para ponerlo en el centro del objeto pinturainvertida dada vuelta como una media con marco y pedazo de pared).
Siendo así, decidí simplemente poner un pedazo de pared en el centro y pense entonces que esa pared podía estar empapelada. Quedé varado enesta instancia un tiempo porque me dediqué a estudiar un poco la historia de los empapelados (que es graciosamente paralela a lahistoria de la pintura) y a pintar en témpera algunas réplicas deempapelados que por sus referencias históricas me parecían adecuadosademás de ser hermosos, y también pensé en inventar los mios propiospero a partir de obras de Siquier o Pombo, y fue ahí que me di cuentaque lo de los empapelados me estaba tornando chistoso y coyuntural y deseché el asunto, quedándome con la pared limpia y diferenciada de lapared soporte sobre la que fuese a colgar la obra sólo por brillo y color. Esa última decisión destrabó todo y pasé a la instancia del marco. Fui entonces a lo de mi marquero y le encargué unos pequeñosmarcos invertidos, o sea con la pestaña hacia afuera, en unas varillas doradas y muy ornadas. Nunca me llamó para decirme que los tenía(evidentemente pensó que estaba delirando) así que pasado un tiempo me fabriqué uno con unos sobrantes de varilla de tipo italiana pero no me convencía. ¡El maldito ornato! El marco debía ser dorado (el oro, enpintura, está siempre entre la representación y la realidad), pero¿cómo podía no ser un adorno, un chiste? Encontré la solución mientras hacía unos bocetos en la computadora con un programa de 3d. ¡La escalera! Si me fascinan las escalinatas y el marco que más me gustaes el de escalerita, ¿cómo no se me ocurrió antes? La escalera esperfecta, el traspaso de la pintura hacia el exterior que ahora se encuentra en el centro, ¡qué mejor que hacerlo por escalera, una escalinata dorada! Aproveché entonces para acentuar la diferencia deseparación con respecto a la pared del soporte-pintura, resultando esto en una especie de agujero en el centro del objeto. El exterior era ahora un agujero central al que se descendía por una escaleradorada. Vuelvo ahora a la libreta y encuentro las breves anotacionesal respecto, las transcribo: escalera, regrets ammounting, possibilities decreasing; el picture in picture; tal vez romper elcentro, multiplicar el marco; el salto imposible; la trompeta de mimbre; recordar la explicación de Carl Sagan sobre los agujeros negros y la curvatura del espacio.
Llegado a este punto me puse adibujar posibles motivos para la pintura pero lo siguiente a resolvertenía que ser el borde perimetral, muchas decisiones había que tomaral respecto ya que varios caminos se abrían en distintas direcciones y cada uno implicaba algo, sin contar con que siempre existe la contundente y arbitraria instancia final de si queda bien o queda mal. A ver, repasemos, el borde, habiendo tomado la decisión de que lo haya (ya que la pintura podría extenderse infinitamente si yo fueserealmente exaustivo u ortodoxo), es en este objeto lo que en una supuesta pintura original es el centro, o sea que materialmente podríamos tomarlo como un lienzo voladizo, separado de la pared comosi hubiese la nada debajo (como en los antiguos mapas del mundo plano,sostenido por atlantes, ya que este terminaba abruptamente).
Me contuve para no pensar en poner atlantes debajo del lienzo sosteniendo la pintura, pero sí tuve que repasar un poco los distintos métodos existentes para hacer mapas (proyecciones, gajos, etc) para decidir qué forma perimetral darle al objeto. En los primeros bocetos esta forma era lógica y atinadamente circular, ya que el centro de uncuadro podría pensarse como un punto, y su expansión como algocircular. Pero quedaba mal, definitivamente mal, como una especie demandala de shopping, asi que probé con distintas convenciones másconcretas como hexágonos y octógonos, incluso rectángulos, que como convención de un punto expandido resultan un tanto forzados... peroquedan bien. Habiendo resuelto esto y dibujado algunos posiblesmotivos para la parte "pintura", aparentemente satisfactorios, dejéque todo esto durmiese una reflexiva siesta mientras me ocupaba deotros igualmente pretenciosos proyectos. Hace un mes, esperando elatardecer en los medanos de Reta, tuve la suerte de compartir casitodo lo hasta aquí transcripto con mi mujer, que conocía gran parte,mi hija, que saludablemente no prestó atención, Juliana Iriart yErnesto Ballesteros y juntar nuevo impulso para la arremetida final.El último paso. Pintar. Pero como en una película sin escenas de sexo voy a deliberadamente omitir aquí cualquier tipo de descripción alrespecto. La consumación de la pintura ocurrió a puertas cerradas, y sus pormenores quedarán para vuestra imaginación.
Así es que pasoahora a describir la obra, prototipo, sin título, tal cual se encuentra en este momento, luego de haber hecho y deshecho varias eneste último mes. Por empezar el objeto mide apenas 22 x 22 cm yresulta ridículamente pequeño para todo lo que pretende (tal vezsubstituir el universo real por el ficcional y viceversa). Se encuentra colgado en mi taller sobre una pared blanca con restos dedibujos a carbonilla hechos por Maria Guerrieri (mi mujer) y su formaes octogonal. De costado se ve que es un cartón entelado que se encuentra separado de la pared, a unos 2 o 3 cm, y se encuentrasostenido desde el centro. De frente se ve en el centro un marco dorado compuesto por escaloncitos que se hunden hasta llegar a unplano mate de color neutro, distinto del de la pared que soporta laobra, y todo esto tiene una forma romboidal. Ya en el cartónoctogonal, entelado y pintado al óleo, hay representado un paisajeamable con un cielo despejado, montañas difusas, un lago y arbolitos,y en el centro, alrededor del marco romboidal se ve un plano volumétrico, algo así como una pared que flota, que en este caso seríauna anti-ventana, al que le crecen helechos. A primera vista es unobjeto modesto, y en su factura se adivina su condición de entrecasa.
Todavía no tiene permiso para salir.